Siempre he estado de acuerdo con la expresión «quién tiene un amigo, tiene un tesoro». Pero hay ocasiones en que sería capaz de vender dicho tesoro por medio céntimo de euro con tal de no entrar en discusiones…sobre todo en discusiones tontas que nunca llevan a ninguna parte…también se me ha ocurrido métodos más drásticos como la cicuta, estrangulación, sicarios colombianos…pero recuerdo el cariño que se les tiene a los buenos amigos y aguanto como un jabato la tentación de llevar a cabo dichos pensamientos.
Pienso: «cada uno es como es y que vivan las diferencias entre las personas»
Hoy … Sigue nadando...